lunes, 20 de diciembre de 2010

Epi y Blas [ReFlogged]




(Artículo, polémico, publicado originalmente en Fotolog el 14-I-08)


Todos los conocemos. Epi es el naranja y Blas el amarillo. Me gustaban mucho de pequeño y, bueno... Los he redescubierto de adulto viendo "Juega conmigo sésamo" con mi hermana pequeña. Sus sketches son de los más adultos del programa, y a veces incluso me hacen reir! Eso se agradece cuando tienes que tragarte una hora de muñecos que, por mucho que me gusten visualmente los teleñecos (y me encantan), acaba siendo aburrida...

Resulta que Epi y Blas comparten piso... Y el imaginario popular ha decidido que son una pareja gay. No voy a intentar dar pruebas a favor ni en contra, aunque creo que Blas es demasiado soso como para sentir atracción por nadie, pero hay algo que me llama la atención sobre estas representaciones paródicas de Epi y Blas como gays... Blas es siempre un personaje dominante, a veces incuso maltratador o muy agresivo. ¿Es que, para parodiar, no se han mirado nunca los sketches originales? Blas es un ser soso que encuentra placer en temas como los desayunos, las palomas, los clips para papel o las cenefas. Un personaje sin iniciativa que, o rechaza el contacto humano (cuando está ocupado) o depende de los demás, buscando su aprovación o siguiendoles el juego. Es más, Blas es bastante limitado intelectualmente, comparado con su compadre Epi, por mucho que sus gustos grises y aburridos hagan que parezca más adulto. Pero quizás este sea el elemento que hace que lo representen como dominante... Parece más adulto y, bueno, tiene mucho vello facial, un portentoso unicejo, que frunce a menudo mostrando expresiones de agresividad o enfado que muy poco teleñecos son capaces de mostrar.
Por otro lado, Epi es agradable y habla entre susurros, no tiene la medio estridente- medio nasal voz de su amigo Blas, y es siempre amable y simpático. Y también es, cuando le conviene, un manipulador y un egoista, haciendo que Blas haga el trabajo sucio (aguantar las cosas pesadas cuando explica la diferencia entre pesado / ligero) o ignorándole para salirse con la suya. Además, le gusta mostrar este poder sobre Blas, haciendo largos juegos como el de adivinar partes del cuerpo cubriendolas con calcetines o no dejar que Blas lea un libro por tocar la batería, obligarlo a imitar ritmos y, al ver qu elo consigue ir haciendolos cad avez más complicados hasta hacer uno imposible... que consigue imitar. En ese momento, Epi deja la batería... Lo que quería era molestar a su amigo.
Por otro lado, sí que son amigos, Epi no pude dormir "si Blas no está". Pero sus personalidades son claramente las opuestas a las de las parodias...
Una escena de cama entre Epi y Blas sería:

(Epi y Blas, en la cama. Blas lee un libro)
Epi: Blas, acércate...
Blas: No, Epi, estoy leyendo este libro sobre líneas rectas.
Epi: Venga, será muy divertido.
Blas: ¡No, Epi, déjame leer!
Epi: Mira, lo primero que haremos será esto.
Blas: ¡Aparta! ¡Te he dicho que no!
Epi: ¿Quieres jugar?
Blas: ¡Quiero leer mi libro!
Epi:¿Haremos como que te resistes, vale?
Blas: ¡Para ahora mismo! ¡Déjame!
Epi: Lo haces muy bien, Blas. Parece que te estés resistiendo de verdad.
(Blas sigue quejandose y Epi lo ignora.)
Blas: ¡Que pares! ¡Te he dicho que no quiero jugar!
(Finalmente, Epi termina)
Epi: Oh, qué pena. Ahora te tocaba a ti, pero si no quieres jugar...
Blas: No, espera, ahora que ya estabamos...
(Epi se da la vuelta y se cubre con la manta)
Epi: Buenas noches Blas, hasta mañana.
Blas: ¡Epi! (Le da un emujón, para despertarlo) ¡Epi, despierta!
(Blas mira a la camara y suspira, exasperado. Fin del Sketch.)

Así que ya lo sabeis. No os fieis de los muñecos naranjas y de aspecto inocente.

Se despide, aburrido a media tarde, Carlo Gallucci

jueves, 16 de diciembre de 2010

Rec 2




SPOILERS

Hace un año vi Rec, ¡Y aunque no sé donde escribí sobre ello, sé que lo hice!
En todo caso, hoy he visto Rec2, y la verdad es que he quedado agradablemente sorprendido. Agradablemente porque cuando salió, me dijeron que era mala, y algunos entendidos en la materia incluso explicaban que probablemente era por culpa de los problemas que hubo durante el rodaje de la película...
Y, hay que admitirlo, es peor que Rec. Rec es una estupenda película de terror-comedia, con una mala leche y una ironía considerables, que tiene momentos de verdadero miedo y momentos de parodia de la sociedad barcelonesa muy bien encontrados. Y, claro, hace un ejercicio de simular una captación sin manipular de la realidad, una diégesis a lo Blair Witch Project muy interesante. Y aquí es donde hay un cambio importante en la segunda, pues el juego es mucho menos severo: Aquí hay créditos al principio, hay alguna pijada demasiado sofisticada para que nos la creamos y, lo más importante, las cámaras que se usan marcan los tres actos de la historia... ¡Y aunque la arquitectura vista puede ser bonita, sin duda rompe con la pretensión de realismo de la primera!
Pero no demasiado. Y ahora podría (o más bien, empezaría pero me cansaría y no lo haría, es decir, NO podría) analizarla un poco más a fondo, pero sólo diré unas pocas cosas.

-Marble Hornets-

Nada de volver a decirlo todo. Me tomo la libertad de mandaros a mi artículo sobre el uso del sonido en Marble Hornets (que por algo me valió una matrícula de honor en la asignatura en cuestión). Más allá de fardar de nota (¡Las buenas notas son una rareza para mi, dejadmelo disfrutar!), ver esta película después de haberlo escrito me ha permitido ver como, en mayor o menor medida, los utilizan TODOS. Probablemente también sea así en la primera, pero es que no había hecho el análisis todavía cuando la vi.

-La comedia-

Al empezar a verla, ha habido una cosa que me ha preocupado: No había comedia.
Rec abre con las tomas falsas de una periodista asqueada con su trabajo, fingiendo la jovialidad de los presentadores de programas tipo España Directo para después romper con todo al equivocarse. Aunque no sea Mr. Bean metiendo la cabeza en un pavo, es humor.

Rec2 abre con los geos comprobando las cámaras. Cierto, hablan de futbol. No sé yo si es humor, pero lo que sí que sé es que el argentino ya empieza a ganarse su final en esas escenas, tocando el ovámen al personal (y ya hablaremos más de esto luego).
La película sigue, y no hay chistes. No hay ironía. Solo Geos, químico-místicos encubiertos y monstruos. Vale, ver a los vecinos de la primera en modo zombi me hace sonreir, porque los reconozco... pero eso no es humor, es la clase de sonrisa de quien ve a un conocido pasando por detrás de la cámara durante el telediario.

Pero acaba el primer acto y vemos al segundo grupo: Un grupillo de niñatos pijo-chungos de acento claramente barcelonés enganchando cohetes a una muñeca hinchable (¿Los niños que no pasaron el cásting de 'Doctor Beirut' recreando un gag eliminado de 'Resacón en Las Vegas'?). Y un hombre patético, con un extra de comedia si se tiene en cuenta que está casado con la mujer metomentodo y odiosa de la primera, que cuando le muerde su mujer zombificada se toma los medicamentos que había comprado para su hija porque tiene que "parar la infección". Me he partido. Ese, ese es el humor trágico/patético de la primera. Me he alegrado mucho de que estuviera.

-Síntesis-

Pero debo decir que cuando ha empezado, ya he sabido lo que habían hecho los amigos de Rec. Se habían marcado un Aliens. Y creo que es una decisión muy buena. Pero no solo un Aliens, sino que esta película reúne un montón de referencias. Si supiera de cine, podría hacerme más el listo y decir que Balagueró y Plaza han consumido clásicos del terror y la ciencia-ficción y eso se ve en la película... aunque puede que no sea intencional, qué sé yo. A lo mejor tienen los referentes tan asumidos que les es imposible esquivarlos. Pero hay Exorcista, hay películas de Zombis, de fantasmas, hay un elemento Krueger, en los curas torturaniños a los que se les vuelve todo del revés. Incluso está el factor T-rex de Jurassic Park. Y, si queremos buscar un referente distinto a los aliens de Alien y compañía, podemos irnos a Stargate, pero el caso es que hay ecos de cosas, pero son ecos que funcionan estupendamente.
¿Cómo era eso de alzarse sobre hombros de gigantes? Es una cita que me encanta pero que nunca miro como es en realidad. Quizás mejor así, me entusiasma citarla mal.

-La moraleja-

Más allá de los referentes, aquí hay dos elementos muy claros. El primero es que el mal no puede ser vencido... O, si le damos una vuelta de tuerca, que al luchar contra un monstruo, te vuelves un monstruo y que por ello el mal no puede ser vencido. ¡Conclusión clásica donde las haya!

Pero este elemento funciona básicamente para los curas y la china cudeira (¿Cómo se llama la niña?). Los sacerdotes, para hacer el bien y vencer al diablo, torturan a niños, es decir, se vuelven malvados* y acaban provocando todo el desastre. ¡Pero los demás no son más que víctimas sin nada que ver en el asunto!

En la primera no, pero en la segunda hay una moral muy puritana y anticuada (y, por lo tanto, muy adecudada y tradicional para una película de terror): Si desobedeces, sufrirás un castigo.
En esta película, todos los que desobedecen a quien manda sufren terribles consecuencias. No importa si, como los niñatos, desobedeces por rebeldía (rebeldía burguesa, pues a la que abofetean al niño el tipo quiere irse... PERO YA ES TARDE. Chan chan chaaan), por amor y desesperación, como el padre patético, por piedad, como el bombero, o por cuestionar la autoridad constantemente, como el geo argentino. Si desobedeces, lo pagas.

Y, en fin, creo que esto es todo lo que se me ha ocurrido mientras veía la película. Sea mejor o peor que la primera, he disfrutado viéndola.

Ah, bueno, he recordado eso del suspense según Hitchcock, lo de que se puede crear haciendo que el espectador sepa más que los personajes, cosa que se consigue claramente si el personaje está a oscuras y no ve al monstruo pero el espectador sí.
Pero, claro, siempre cito esta idea, así que, en el futuro, podeis aplicarla por defecto a todo lo que critique, sea lo que sea.


*Vamos a suponer que la iglesia es una entidad buena.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Short dick man [ReFaced]



Detestable canción que, sin embargo, narra una épica historia de superación de las propias limitaciones, aunque con final abierto. Como poco, deberían hacer una película. El nuevo ciudadano Kane.

martes, 7 de diciembre de 2010

Ya sé kung fu. Guiño guiño.

Facebook tiene anuncios infames, entre los cuales los que son fotomontajes extraños y rusas semidesnudas para promocionar tests de inteligencia. Pero, más allá de estos clásicos, a veces se encuentran extrañeces independientes.
Hace unos minutos, facebook me ha anunciado... esta cosa.



Un taller de... ¿Kung fu sexual?

Repitámoslo lentamente. Kung fu sexual.

Mi mente podrida de dibujos animados invoca, al instante, la sonrisa bobalicona de Hong Kong Phooey, pero incluso sin esa imagen mental la cosa suena bastante rara. Pero, qué sé yo, a lo mejor es sólo un titular para captar la atención. Conmigo ha servido, al menos, para que me fijara en el anuncio... Y, para empezar, que intentase descifrar la imagen que lo acompaña. En un primer instante, he pensado en las flores negras / alcachofas que hacen de portada a un disco de Massive Attack, pero luego he visto que no, no eran flores, sino una extraña simetría grisácea, una especie de raro arabesco. He desviado la mirada hacia el texto, satisfecho con esa mediocre explicación, para leerlo.
Como no soy capaz de procesar los números con naturalidad, lo primero que he identificado han sido los elementos "maestro en sexualidad taoísta" y "Jerónimo García". Cuando leo "maestro en sexualidad taoísta" pienso en una especie de shaolin/dalai lama de paisano, un poco como el ridículo chino de Vivesoy. Un señor Miyagi que aparece con aires venerables a explicar, con un español roto e impreciso, cosas sobre concentración y disciplina en el sexo. Pero... ¿Este duende tortuga se llama Jerónimo García? Como el whisky del país, no me da buena espina. Del docto Yoda de carne y hueso, la imagen mental evoluciona hasta un melenudo hippioso que admira la cultura oriental o, aún peor, un friki gordinflón y desaseado que ha profundizado en el sexo taoísta.

Se trata, claro, de lo que yo llamo "efecto restaurante chino", en el que los camareros de un chino deben ser asiáticos aunque su origen se encuentre media asia más allá del de los platos que sirven. Si alguien me va a hablar de sexo taoista, mejor que sea un chino bajito. Si no, no me fío, espero una versión adulterada, o del todo inventada, de alguna clase de filosofía vagamente orientalizante pensada para sacarle el dinero a pobres inocentes preocupados por su vida sexual que, incapaces de encontrarle soluciones en el ámbito occidental, buscan respuestas en la vana magia de Fu Manchú.

Pero, al margen de esto... ¿Qué será el Kung Fu sexual? Porque yo, al menos, relaciono el Kung Fu con estilos de lucha basados en movimientos de animales. ¿Será sexo imitando también estos movimientos? Porque entonces ya aviso: paso del estilo mantis.

¡Pero, pese a todo, esta idea animalesca no tiene en cuenta que en el cuerpo del anuncio se habla de sexo taoísta! Y, claro, la mayor parte de lo que conozco sobre el Kung Fu sale de Kung Fu panda... así que creo que hace falta documentarse más.

Según la Wikipedia (La que está en inglés, la única que vale la pena consultar) el kung fu son:

Chinese martial arts, also referred to by the Mandarin Chinese term wushu (simplified Chinese: 武术; traditional Chinese: 武術; pinyin: wǔshù) and popularly as kung fu (Chinese: 功夫; pinyin: gōngfu), are a number of fighting styles that have developed over the centuries in China. These fighting styles are often classified according to common traits, identified as "families" (家, jiā), "sects" (派, pài) or "schools" (門, mén) of martial arts. Examples of such traits include physical exercises involving animal mimicry, or training methods inspired by Chinese philosophies, religions and legends. Styles which focus on qi manipulation are labeled as internal (内家拳, nèijiāquán), while others concentrate on improving muscle and cardiovascular fitness and are labeled external (外家拳, wàijiāquán). Geographical association, as in northern (北拳, běiquán) and southern (南拳, nánquán), is another popular method of categorization.

Y el taoísmo:

Taoism refers to a variety of related philosophical and religious traditions that have influenced Eastern Asia for more than two millennia,[1] and have had a notable influence on the western world particularly since the 19th century.[2] The word 道, Tao (or Dao, depending on the romanization scheme), roughly translates as, "path" or "way" (of life), although in Chinese folk religion and philosophy it carries more abstract meanings. Taoist propriety and ethics emphasize the Three Jewels of the Tao: compassion, moderation, and humility, while Taoist thought generally focuses on nature, the relationship between humanity and the cosmos (天人相应), health and longevity, and wu wei (action through inaction), which is thought to produce harmony with the Universe.[3] The fundamentals of this belief lies within the Xiuzhen Tu.

Empezando por este último, se me ocurren tres cosas. ¿Quizás el sexo taoísta se basa en la compasión, la moderación y la humildad? Eso... ¿Eso cómo se traduce en la cama? ¿En este taller te enseñan a sufrir por tu pareja, hacerlo poco y no fardar?
No suena demasiado interesante. Y el asunto es aún peor si estas técnicas se basan en el wu wei, "la acción a través de la inacción". Para enseñarme a no hacer nada en la cama no me hace falta un falso chino, muchas gracias. ¡Quizás la clave no se encuentre en el tao, sino en los dos enfoques del kung fu!

Fue en este momento de la reflexión cuando, al volver a mirar la imagen, me di cuenta de que se trataba de dos individuos entrelazados de una de las formas más raras en las que he visto entrelazarse a gente, incluyendo a hermanos siameses. Pese a todo, esta imagen conecta directamente con el interés del kung fu por controlar mejor el cuerpo y los músculos... Y seguramente también la energía interior, porque vaya, todo lo que ayude al contorsionismo es poco.

¿Estaba en lo correcto?

Al volver a mirar la imagen, releí también el texto. Entonces sí que procesé los números.
Un taller de dos días. Que dura 12 horas.

Ahora lo entiendo. Al final resulta que "sexo taoísta" y "kung fu sexual" son otras formas de llamar al sexo tántrico.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Fragmentos nunca colgados.

Entradas que dejé de escribir, y abandoné... pero que el blogger guardó como borrador mientras las escribía.

A falta de inspiración, habrá que conformarse con rascar el fondo costroso del barril:

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"Flashback"

Siguiendo un link, desde la página web de un dibujante de cómics que siempre le había gustado, había encontrado la de otro comiquero con un estilo que le pareció muy atractivo. Koreano, sus dibujos tenían poco que ver con los que se relacionan con oriente, de ojos brillantes y pelos puntiagudos,

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"Yum"

Cuando abrió la puerta del bar, el apagado murmullo nocturno del barrio desapareció bajo una capa de jazz clásico. Ya había estado una vez en ese local, una especie de taberna de Moe con humos de intelectualidad pop clásico. Fotos y fotos de músicos de Jazz, pósters de películas pulp que ni el propio director, cuando aún vivía, recordaba haber hecho, pósters de películas pulp modernas, de la mano de Tarantino, fotografías evidentemente artísticas, porque estaban hechas en blanco y negro...
Había mirado el reloj de pulsera antes de abrir, y le había indicado que llegaba tarde. Por ello le sorprendió que, de los 22 invitados a la cena, sólo hubiese cuatro de sus amigas sentadas en una mesa desértica. El vacío se notaba todavía más por el hecho de que el bar era claramente pequeño para la cantidad de mesas que tenían instaladas y, además, porque el ambiente estaba dominado por el humo reptante y rollizo de docenas de cigarrillos encendidos.
Abriéndose paso con dificultad, se acercó a sus amigas. Alzando la mano, sonrió para saludarlas.
Una a una, les dio un par de besos en las mejillas, como manda la convención. Se sentó. Al borde del grupito de mujeres.
A su derecha, Ana. Una chica de altura equivalente a la longitud de su nombre, con una densa melena negra y gafas de pasta a juego. A la derecha de esta, Laura, a la que nadie en su sano juicio llamaría gorda, aunque tendría que estar borracho, además de loco, para considerarla delgada. Delante de ella, intentando controlar la avalancha de rizos dorados que se le desparramaba por todas partes, Sara. Y al lado de Sara, delante de Ana, Ester. Muy maquillada, de cuerpo quebradizo excepto donde otras se habrían puesto silicona, sonreía ante el mensaje que había recibido en el móvil.

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"Perdida"

Sonrió ante la canción que acababa de empezar gracias a la reproducción aleatoria del Spotify. "I feel burly", de los Bag Pipes. En realidad le hacía gracia por el videoclip, en el que un ser enorme y grasiento devoraba uno a uno a distintos cantantes, parodia de famosos reales, que le plantaban cara seguros de que su excelente físico les permitiría vencer al ser. Acababan masticados, entre sus fauces, hasta que el ser, cada vez más grande, acababa siendo el alma de la mayor discoteca del mundo, amado por todos los clubbers y ligando como un loco. Así, contado, quizás no parece gran cosa, pero en realidad era muy gracioso.

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[Sin título]

Lamiendo el borde inerte de la botella de Nestea (sin azucar) con los ojos cerrados, tuvo la impresión de que algo variaba el peso del recipiente. Abrió los ojos. Dentro del tubo de plástico, una mujer salvaje, pequeña y pálida, que se movía nerviosa balanceando los harapos blancos y polvorientos que la cubrían.
Asustado, Marcos soltó la botella, que rebotó en el escritorio y rodó por el suelo. La mujer salvaje presionó con fuerza brazos y piernas contra el plástico, para hacerse el menor daño posible, y cuando su carcel plástica se paró, se debatió intentando pasar por el cuello de ésta. Aunque era mucho más ancho que el de las botellas normales y corrientes, era pequeño para ella: como un barco en una botella, parecía demasiado grande para haber existido antes fuera del recipiente pero, en cambio, debía de haber entrado en él de algún modo.
Marcos la observó un rato, muerto de miedo. Después se acercó, como un artificiero aproximándose a un explosivo, y la alzó con cuidado. La mujer salvaje golpeaba las paredes transparentes que la retenían pero, Marcos percibió, sus golpes parecían no tener ninguna clase de efecto: ni afectaban al plástico ni hacían ningún sonido. Aunque la furibunda figura vociferaba también con fuerza, era incapaz de oir que hiciese el más mínimo ruido.

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Ahí las teneis. Ni siquiera recuerdo a donde iban la mayoría de estos textos.

Ahora que lo pienso, este post no es tan distinto de mis narraciones de sueños, no?

¿Qué tengo? De tó.

Tengo actualizaciones pensadas sobre temas morales, el valor de la vida humana, sobre el aborto, sobre las células madre. Reflexiones que llevo tiempo haciendo y que quiero poner por escrito. Y así llegar a terminarlas, porque nunca acaban. Empezaron cuando, hace años, una amiga mía, de personalidad dulce y naive, defendía el aborto porque "esos bichos no son personas, son monstruitos". La retomé cuando mi hermano estudió derecho romano, en el que se estipulan las condiciones para que un ser fuese considerado humano en un mundo potencialmente habitado por monstruos, dioses, semidioses y demás parafernalia de origen helénico. Y pareció que llegué a una conclusión satisfactoria hasta que, hace poco, el peso de uno de los agujeros de mi argumentación, mi defensa moral de la eutanasia, fue suficiente como para llevarme a una segunda reflexión seria sobre el tema.

Tengo ganas de hacer una reflexión sobre cine, cultura, géneros y referentes generacionales a raíz de "Scott Pilgrim contra el mundo". Hablar de videojuegos, de Lady Gaga, de Zombis Party y Arma Fatal, de mi amor por los ocho bits, del capítulo del libro "Adaptación" que habla de la adaptación de videojuegos.

Tengo ganas de hacer reflexiones, de decir cosas interesantes, de escribir en el blog. De escribir algo más que sueños, me refiero.

Pero me siento atontado. Incapaz de escribir (y de hablar) usando las palabras correctas. Y no usar sonoridades parecidas, traducciones literales del inglés y demás deformaciones que plagan mi redacción actual.
Ni siquiera recuerdo lo que he soñado esta noche.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Sueños, de nuevo.

Un pequeño y anticuado vestuario. En este episodio, el de las mujeres estaba en obras, y Jerry, George y Kramer ofrecían a Elaine compartir el de hombres. Ella, con sonrisa sarcástica, aceptaba, pensando que ellos tendrían mucha vergüenza.
No la tenían. Empezaban a cambiarse, como si nada, y a pasar a la ducha por turnos, mientras Elaine se sentía tremendamente incómoda, pero no quería demostrarlo. Mientras todo esto ocurría, un George tapado unicamente con una toalla hacía varias cosas, como llamar por teléfono o peinarse, con objetos que momentáneamente parecían penes, hasta que se descubría que no.
"George, debo decirte que me gusta como, en este episodio, te hacen sacar todas estas cosas para captar de pronto la atención del público. '¿Se están atreviendo a enseñar el pene de George en antena?' y bam, no, era un teléfono. Muy gracioso"
"¡Sí, es cierto, nuestros guionistas son buenísimos!"
Entonces Elaine estallaba, diciendo que esto era intolerable, que que amigos se cambiasen juntos en un vestuario no era normal, y que estaban simulando comodidad solo por no admitirlo y dejarla mal a ella.
Mi turno para ducharme ya había llegado, ahora que Kramer había regresado de debajo de la ducha. Me metía, con una toalla al cinto, mientras él le contestaba a Elaine con su desparpajo habitual.
La ducha era, en realidad, un sistema subterráneo de salas embaldosadas. Al llegar a cierta puerta, semiabierta, te veía dento, eso sí, completamente tapada con una toalla. Nos veíamos, y te sorprendías, pero no me dejabas acabar de disculparme por haberme equivocado y haber entrado en las duchas durante tu turno. Le quitabas importancia al asunto con ese tono y esa mirada gacha que usas siempre para demostrar desinterés.
"Toma, tu duchate aquí" decías mientras me encendías la ducha de un manotazo, pegándome al cuerpo con el agua la toalla que llevaba puesta "que yo ya me iré a la sala del agua caliente".
Era un pequeño edificio de una planta lleno de vapor que, por alguna razón, se llamaba 'sauna alemana'. Y, sí, he dicho edificio. Más allá de la esquina donde te había encontrado, se extendía una enorme sala de duchas completamente desproporcionada. Era, de hecho, una versión embaldosada y con techo de una cancha de basket, no muy distinta de la que hay frente a la biblioteca de mi alma mater, pero con duchas de vestuario en las paredes. Incluía a la población marginal que acude a la versión real del lugar para encestar un rato. Y, al fondo, el edificio.
Te veía alejarte, entre la muchedumbre, perfectamente distinguible porque eras la única de blanco (por la toalla) entre una multitud de ropajes callejeros. Pero de pronto, desaparecías. Me había distraído una chica vestida también con una toalla, pero que encima llevaba una sudadera azul cielo. Por un instante creí que eras tu, lanzando la pelota. Pero no. Era una muchacha de piel muy morena y larga melena, que jugaba al basket con amigas de constituciones completamente distintas.
Nunca te veía llegar a la 'sauna alemana', pero imagino que es allí donde estabas.
De entre la multitud, un negro ochentero, alto y delgado como un poste de teléfonos, se acercaba con andares elásticos. Llevaba una gorra ridícula y un chándal chillon, fucsia, verde y amarillo pese a ser solamente azul marino. En vez de hablar, rapeaba, y pese a que las palabras que yo oía no eran amenazantes, sabía que estaba marcando territorio porque la chica a la que miraba, la de la sudadera azul cielo, era su novia. Me asustaba este gigante enfadado y pendenciero, y me sentía indefenso desnudo y empapado, lejos del vestuario y sin saber dónde estabas después de tu desaparición. Y Sabía que rap habría sido una clara amenaza de haberlo escuchado en versión original, pero el doblaje era malísimo.